relaciones de pareja for Dummies
relaciones de pareja for Dummies
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Las relaciones románticas tradicionales son un reflejo de las normas sociales arraigadas en la monogamia y la fidelidad. En estas relaciones, se espera que las parejas sean exclusivas entre sí. Un aspecto distintivo es la asignación de roles de género más definidos, donde uno de los miembros suele asumir la responsabilidad principal del trabajo y el otro del hogar.
A veces los desafíos de la vida o la angustia pueden afectar a uno o a ambos. Esto puede cambiar temporalmente el tono de tu relación y hacer que sea difícil relacionarse entre sí de la manera habitual.
Aunque la convivencia es un gran paso, se debe tener paciencia a la hora de transitar hacia ella, ya que puede tener un impacto desfavorable para el funcionamiento de la relación, así lo sugiere un estudio publicado en Journal of Household Psychology. No obstante, se requieren más estudios para corroborar estos resultados.
De manera muy básica, podemos decir que el amor es un sentimiento de afecto que hace que nos inclinemos y entreguemos a alguien o algo.
Cuando detectes que ambos tenéis puntos de vista completamente diferentes, en vez de seguir discutiendo por llevar razón y salirte con la suya, plantea soluciones intermedias en las que se incluyan ambos puntos de vistas. Ni azul, ni amarillo,
, las series de televisión y las novelas románticas nos muestran una concepción del amor que no es genuine y favorecen una serie de creencias acerca de las relaciones de parejas que no ayudan a que estas se mantengan en el tiempo de una manera satisfactoria.
Para click here que toda relación funcione deben dedicarse tiempo a solas, crear momentos únicos que los saquen de la rutina y puedan compartir intereses y pasiones que fomenten la unión.
La perspectiva existencial y trascendental se enfoca en el propósito y significado compartido en las relaciones de pareja. Las parejas que comparten valores, metas y creencias pueden experimentar una conexión más profunda y un mayor compromiso en su relación.
Evidentemente que cada uno tenga gestos y ceda en ciertas cosas es algo que hace bien a la relación. Lo malo es cuando uno de los dos necesita que el otro cambie, haga algo, para que las cosas puedan seguir bien (evidentemente hay excepciones). Si bien ninguno de los dos es perfecto, por lo que tiene sentido esperar que haya cambios en cada uno, hacer depender el bienestar de la relación de estos cambios no es conveniente. De hecho, muchas veces esto es consecuencia de un mal manejo de los propios problemas personales no resueltos.
Las parejas en relaciones saludables suelen hablar de las cosas que suceden en sus vidas: éxitos, fracasos y todo lo demás.
Generalmente no es una buena señal cuando te encuentras hablando en círculos o sobre los mismos temas todo el tiempo. Tal vez nunca haya ninguna mejora, no importa cuánto discutan algo. Tal vez eventualmente te haga a un lado.
Sigues teniendo amigos y conexiones fuera de la relación, y pasas tiempo cultivando tus propios intereses y pasatiempos.
Darlo todo por el otro, dejar en un segundo plano nuestras metas para poner a nuestra pareja por delante e, incluso, llegar a pensar que nuestra vida sin el otro no sería nada.
En resumen, “relación saludable” es un término amplio porque lo que hace que una relación prospere depende de las necesidades de las personas involucradas.